Yo lo vi “el primero”

Algo que me toca las narices de Internet es el concepto de que, supuestamente, es posible encontrar algo guay en la red y sorprender a tus amigos enviándoselo por email, aunque lo más probable es que ya lo hayan visto.

El propio concepto de Internet, donde toda la información es fácilmente accesible a todo el mundo (exceptuando China y Cuba), implica que si lo que quieres es ser original o especial deberás apuntarte al yo lo vi “el primero."

Esa necesidad de ser "el primero" en algo es lo que mantiene a mucha gente enganchada a los canales RSS, a Twitter o a su Facebook para no perderse ninguno de los comentarios o enlaces publicados por sus amigos, en un esfuerzo titánico por ser “el primero” en verlo.
 
En lugar de esperar tranquilamente a tener un rato libre para sentarse y leer lo que cuentan los demás, aunque sea a última hora del día, necesitan estar constantemente conectados, pegados a la BlackBerry o el Smartphone, pues son adictos a comprobar de forma compulsiva su buzón de correo, Twitter, Facebook y todas las los servicios personales que generalmente son nombrados en los medios de comunicación como "redes sociales".

De hecho, si echáis un vistazo en cualquier web exitosa donde estén habilitados los comentarios , encontraréis, literalmente, gente que publica las palabras yo fui "el primero".

Esto lo hacen para poder sentir ese escalofrío de placer al tener el honor de haber sido los primeros en ver esta o aquella noticia. ¿Qué privilegios acarrea este alto honor de ser “el primero”? ¿Qué beneficio obtienen estos seres supremos, iluminados de la información como recompensa por su inigualable genialidad de ser los primeros en la escena del crimen?

La respuesta es, sin dudarlo, tocar los huevos.

Nunca he visto una entrevista que comience con "Estamos aquí con mariogarcia69, quien fue “el primero” en comentar el video clip de YouTube del cumpleaños-paquitaperez46, ¿Que te parece este estúpido video?"

Como ocurre con todas las reglas, hay excepciones. Podemos encontrar bloggers que parecen ir a menudo a la cabeza en muchísimos temas y por ello la gente los busca para obtener información en lugar de correr una autentica maratón internetera a fin de ser los primeros primerísimos. No me estoy refiriendo a los Enrique Dans, Buenafuente o Berto Romero aunque ellos mismos crean el contenido de sus bitácoras. No, la gente que me refiero son esa generación anónima de entre 13-30 años de edad que se sientan frente a su ordenador e insisten en conseguir algún tipo de elogio de sus amigos por enviarles videos de Dragon Ball Z con comentarios como: "Era guay."

También me revienta cuando se ponen pesados con aquello de:  "Yo ya escuchaba a Pablo Alborán en Youtube antes de que saliera en El Hormiguero". No me jo… me parece increíble que esta sea la máxima ambición de algunas personas, sinceramente me parece de memos.

Se de lo que hablo porque, hace años, yo era uno de estos cenutrios.

Tenía un grupo de amigos con quienes quedaba, tanto personalmente como online. Las quedadas online en los inicios de Internet eran comunes en ciertos círculos de mi generación, pues nos hacia sentir que estábamos un paso por delante del resto del mundo.


Aunque ahora cueste creerlo, yo tenia un modem cutre de 56k, aunque algunos de mis colegas ya habían sido bendecidos con la velocidad de la banda ancha y se pegaban todo el día delante del ordenador. Yo, en mi modestia, quería enviarles emails graciosos con , chistes, fotos graciosas, animaciones o sitios web, pero cada vez que lo hacía, inevitablemente obtenía por respuesta  "Gracias por enviármelo pero ya me lo mando jaime234 el mes pasado".

Me tocaba los huevos, de verdad, no lo entendía. Era como obtener siempre la misma respuesta machacona con la frase no fuiste “el primero".

Lo que más me fastidiaba no era tanto que ya lo hubieran visto, que también, sino que perdieran el tiempo escribiéndome un correo electrónico  para decirme que ya lo habían visto. El mensaje subliminal era: No fuiste “el primero”.

Lo habría llevado mejor si no hubiesen contestado, o si al contestar hubiesen dicho: "!Que guay, es una pasada¡." Pero no, sencillamente, "ya lo habían visto."  Era como si por "haberlo visto antes" se esfumara toda posibilidad de pasar un buen rato con lo que les habías enviado.

Que… ¿A que se nota que este tema me tocaba las narices?

Bueno, pues si, y aquí está el porqué:

Pasé mucho tiempo, años completamente inútiles, persiguiendo el glorioso título de “El primero” con todo lo que pudiera suponer enviar algo estúpidamente divertido, hasta que la triste realidad del imbécil en que me me había convertido me golpeo una madrugada.

Llegue a ser una de esas personas a las que nadie les envía un correo gracioso pues piensan "Bah, este capullo probablemente ya lo habrá visto."  Era de esas personas que cuando va de copas y alguien le pregunta si ha visto tal o cual video gracioso en YouTube, inmediatamente asiente con la cabeza y dice “si ya lo he visto". Lo peor era cuando yo mismo descubría algo en la red y le decía a alguien “has visto…” y me contestaban "¿El qué?" Me escandalizaba y extrañaba tanto que alguien no supiera de que le estaba hablando, que exclamaba  “¡No me jo…! ¡Si todo el mundo lo ha visto! ¿Dónde has estado metido?



Bueno, no hace falta decir, que el capullo que luchaba por ser el primero acabó su carrera. He decidido dejar que otros pavos sean "el primer" inútil en subirse a ese absurdo podio en la meta de esa legendaria carrera sin fin que supone ser “el primero”.

Os dejo con un clip de Mundo Lipdub que me paso el otro día un colega, por supuesto ya lo había visto, y lo hago aliviado al haber abandonado ya villa “el primero”.

A pasarlo bien.