¿Que son?
Las varices son vasos sanguíneos más grandes que se han hinchado y retorcido, y sobresalen en la piel como conductos por los que circula la sangre. Aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, lo hacen con más frecuencia en las piernas y los tobillos. Pueden causar dolor y calambres, mala circulación e hinchazón en la zona afectada.
Las arañas son vasos sanguíneos pequeños y retorcidos que son visibles a través de la piel. Tienen un color rojizo, púrpura o azul y aparecen con mayor frecuencia en las piernas. Su nombre proviene precisamente del aspecto que adoptan en forma de tela de araña.
¿Como y porque se producen?
Las venas de las piernas son las responsables de llevar la sangre desde las extremidades inferiores hasta el corazón y para ello recurren a un conjunto de vías y bombas que impulsan ese flujo sanguíneo.Hay dos sistemas venosos diferenciados en las piernas: el sistema superficial, que tiene las paredes más finas y está rodeado de tejidos más distensibles, y el profundo, que alberga el 90% de la sangre de las extremidades inferiores y presenta paredes más gruesas.
La insuficiencia venosa crónica que padecen algunas personas consiste en un estado de dificultad del retorno sanguíneo que origina el aumento de presión en las venas y favorece la circulación de la sangre en el sentido contrario al habitual; es decir, el paso de sangre desde el sistema profundo hasta el superficial. Como resultado de ello se forman las varices –dilataciones permanentes y patológicas en las venas– y las arañas vasculares, que corresponden a la dilatación de los pequeños vasos más superficiales. Se trata de la enfermedad vascular más frecuente: afecta al 25% de la población adulta y al 50% de los mayores de 50 años. En la mujer, es cinco veces más habitual que en los hombres.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo que favorecen su aparición están:
- sobrepeso
- embarazo
- vida sedentaria
- trabajar muchas horas de pie
- tener antecedentes familiares de varices y arañas vasculares.
Las varices y arañas vasculares son la manifestación de una enfermedad crónica y difícilmente puede evitarse su progresión. Buena parte de las arañas vasculares y las varices no necesitan ser tratadas a menos que den lugar a complicaciones: úlceras, sangrado, flebitis –es decir, inflamación de una vena que puede ir acompañada de un trombo–, atrofia o en el caso de que se deseen borrar por razones estéticas.
La fleboextracción es uno de los métodos de mayor éxito, aunque también pueden eliminarse con inyecciones intravenosas, cirugía o tratamientos con láser.
Puede ser útil, además, para combatir las molestias que provocan las varices, tomar algunas medidas preventivas, como usar medias de compresión, que mejoran la circulación y alivian el dolor y el malestar en las piernas (pueden encontrarse en las farmacias); perder peso y caminar con regularidad. Si se observa cierta inflamación, puede optarse por una dieta baja en sal para reducir la retención de agua. Mantener las piernas en alto sobre una almohada y por encima del nivel del corazón es otra medida de alivio, además de evitar las prendas apretadas o el calzado con un tacón superior a tres centímetros.
¿Cómo sé si debo operarme las varices?
Buena parte de las varices no necesitan ser tratadas, a menos que den lugar a complicaciones: úlceras, sangrado, flebitis, o porque se deseen borrar por razones estéticas. De todas formas, es aconsejable consultar al especialista, quien le ayudará a tomar una decisión.
0 comentarios:
Publicar un comentario