La biofarmacéutica Advancell, con sede en el Parc Científic Barcelona, acaba de anunciar resultados positivos de su tratamiento Acadra (Acadesina) en un estudio clínico de fase I / II, realizado en varios pacientes con leucemia linfocítica crónica resistentes a la terapia actual.
En el ensayo clínico, realizado en varios hospitales belgas, franceses y españoles, entre ellos el Instituto Catalán de Oncología (ICO), el Hospital Clínico de Valencia y el Hospital Madrid Sanchinarro, los pacientes tratados con Acadra presentaron una disminución hasta el 50% de células leucémicas después de la administración del tratamiento. En el caso de los pacientes que al inicio del estudio sufrían de una afectación en los ganglios linfáticos, estos presentaron una reducción de hasta el 75% después de cinco dosis.
El proyecto ha contado con un comité independiente de expertos que han concluido que el estudio muestra una evidente eficacia para continuar con el desarrollo de este tratamiento y que el perfil de seguridad observado en Acadra demuestra su gran potencial para tratar leucemias en combinación con otros fármacos ya existentes.
La leucemia linfocítica crónica es un cáncer hematológico causado por exceso de células B, un tipo de glóbulo blanco. Se trata de la leucemia crónica más frecuente en los países occidentales desarrollados, y afecta a más de 300.000 personas en el mundo y más de 15.000 en España, donde se diagnostican 1.800 nuevos casos cada año. Los fármacos utilizados para su tratamiento presentan importantes efectos secundarios y tienen una eficacia limitada para que los pacientes se convierten en resistentes al tratamiento.
A diferencia de las quimioterapias existentes para esta enfermedad, Acadra ha demostrado que es capaz de eliminar las células B sin destruir las células T. Esta selectividad se traduce en una capacidad potencial para reducir el riesgos de infección y otros efectos que producen las actuales quimioterapias. Además tiene un nuevo mecanismo de acción que le confiere eficacia en los pacientes resistentes a los tratamientos existentes.
Con estos resultados, Advancell ha conseguido incrementar notablemente el valor del proyecto desde su adquisición con una inversión de 5 M €. A lo largo del 2011 la compañía espera licenciar Acadra a una farmacéutica que complete su desarrollo hasta el mercado; se estima que su el valor potencial en ventas supera los 500 millones de euros anuales.
Acadra es el primer fármaco que sale de una universidad pública española que llega a ensayos clínicos. El fármaco ha sido desarrollado a partir de la tesis doctoral de Clara Campàs en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, que descubrió una molécula, la Acadesina, para el tratamiento de leucemias y linfomas. En el año 2003, la Universidad de Barcelona-a través del Centro de Patentes-patentó el fármaco y Clara Campàs además de descubridora, fue coautora de la patente del fármaco.
En 2004, la Fundación Bosch i Gimpera, ubicada en el Parc Científic Barcelona, negoció la cesión de los derechos de desarrollo y explotación a Advancell, y contó con el apoyo económico del Ministerio de Ciencia e Innovación a través de su programa CDTI y de la Generalidad de Cataluña a través de ACCIÓ para llevar a cabo el proyecto. Y el año 2005 Acadra obtuvo el estatus de "medicamento huérfano" por parte de la Unión Europea, una categoría que designa aquellos medicamentos destinados a prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades poco frecuentes.
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