Por: Vicente Segarra
Los osos cuando hibernan están muchos meses sin comida, pueden mantener un embarazo satisfactoriamente y se pueden manejar la temperatura y el metabolismo de manera independiente y más efectiva de lo que investigadores habían imaginado.
En el primer estudio para medir de forma continuada la tasa de metabolismo y la temperatura del cuerpo del oso negro, en hibernación durante el invierno y en condiciones naturales, los investigadores esperan que la información pueda ayudar a las personas en situaciones de traumatismo, y en el espacio profundo.
"La hibernación de los osos funciona más o menos como un sistema cerrado, todo lo que necesitan es aire", dijo Brian Barnes, del Instituto de Biología Ártica (IAB) de la Universidad de Alaska Fairbanks.
Útil en un infarto y en un accidente cerebro vascular
Mediante el estudio del oso negro, Ursus americanus, maestro en bajar su tasa metabólica de cinco a siete meses, los investigadores esperan encontrar pistas para salvar la vida de las personas que sufren graves enfermedades, como infartos de miocardio o un derrame cerebral.
Este tipo de enfermedades provocan "un problema de oferta y demanda. El suministro de sangre oxigenada al cerebro se reduce rápidamente, pero la demanda se mantiene alta y hay que llegar a un hospital muy rápidamente", dijo Barnes.
“Si pudiésemos descubrir la forma en que la hibernación desconectan esta demanda metabólica ... entonces podríamos desarrollar una terapia en la que podríamos - en un paciente herido – disminuir la demanda metabólica para ajustarla a la menor oferta", dijo.
Ampliación de la 'hora de oro'
De esta manera, podríamos poner a la victima en un "estado de equilibrio", dijo Barnes. "Nos gusta decir que podríamos extender la 'hora de oro' - durante la cual, si recibes atención médica avanzada, los resultados son mejores – al día de oro o una semana de oro. Indudablemente eso es lo que estos animales nos muestran"
Barnes y su equipo de investigación, dirigido por el investigador Toien Oivind, publicó un estudio sobre la hibernación de los osos en la revista Science, y encontró que su tasa metabólica era más baja que lo que se pensaba, disminuyendo en un 75%.
Sin embargo, la temperatura corporal de los osos sólo bajo de cinco a seis grados centígrados, y una hembra embarazada mantuvo una temperatura normal, como cuando están despiertos, durante todo el período de hibernación - destacar que fluctuaciones de los ciclos de temperatura no son favorables para el desarrollo embrionario.
20 segundos entre cada latido del corazón
El estudio incluyó a cinco osos negros americano que habían sido capturados por el departamento de Alaska de Caza y Pesca, ya que son considerados una molestia para la población humana de la zona.
Los científicos recrearon las madrigueras forradas de paja como las que utilizan normalmente para la hibernación y las equiparon con cámaras infrarrojas. En cada oso se colocaron transmisores de radio para medir su actividad muscular, como por ejemplo los escalofríos.
Los osos de respiran una o dos veces por minuto y su frecuencia cardíaca disminuye drásticamente durante la hibernación, dijo Toien. "A veces hay hasta 20 segundos entre cada latido".
Hibernación en el espacio como la del oso
Los osos, durante la hibernación, apenas perdieron masa ósea y sólo pequeñas cantidades de músculo.
"A pesar de que están prácticamente inmóviles durante cinco o seis meses, de alguna manera han conseguido engañar a sus tejidos, huesos y músculos, para que crean que continúan trabajando", añadió Barnes.
La hibernación también podría ser aplicable en los viajes espaciales de larga distancia, según los investigadores. Si la raza humana como especie es capaz de salir de la Tierra, podría ser necesario inducir una hibernación como la de los osos como con el fin de hacer posible el viaje al espacio profundo.
"Así que estamos muy interesados en descubrir las señales moleculares para hacer eso posible", dijo. "El truco consistiría en encontrar medicamentos que emularan esos mismos cambios en los seres humanos."
Fecha original: 18 Febrero 2011
Enlace Original by Kerry Sheridan
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