La incontinencia urinaria no es una enfermedad en sí misma, pero deteriora la calidad de vida de las personas que la padecen y las obliga a cambiar muchos de sus hábitos para adaptarse a ella.
A pesar de ser muy frecuente, la incontinencia urinaria es un problema poco consultado porque es habitual que la persona afectada no le dé la importancia que merece. Casi el 70% de los afectados no buscan ayuda médica, ya sea por vergüenza o ignorancia, ya sea porque piensan que su situación no tiene solución por los fracasos de tratamientos previos o por los consejos de otros pacientes a los que no les fue bien.
Si es tratada adecuadamente, no existe razón por la cual la incontinencia urinaria impida a cualquier persona llevar una vida activa y satisfactoria. La prevención de la incontinencia urinaria es tan importante como el tratamiento, puesto que se puede evitar o retrasar su aparición y desarrollo a lo largo de la vida.
TIPOS Y CAUSAS
Existen varios tipos de incontinencia urinaria, cada una con diferentes posibles causas. Una misma persona puede presentar distintos tipos de incontinencia a la vez.
Incontinencia de esfuerzo
Se produce cuando los músculos del suelo pélvico han sufrido daños, provocando pérdidas de orina durante los esfuerzos físicos, la tos, el estornudo, la risa o cualquier otro movimiento que aumenta la presión sobre la vejiga llena de orina.
Aparece fundamentalmente en las mujeres, especialmente en aquellas que han sufrido un parto vaginal, o bien como consecuencia de cambios hormonales después de la menopausia. Ocurre ocasionalmente en los hombres, sobre todo como resultado de una operación sobre la próstata.
Incontinencia de urgencia
Es la urgente necesidad de orinar, incluso cuando la vejiga no está llena, y la incapacidad de llegar al baño a tiempo.
Incontinencia urinaria mixta
Se produce cuando la incontinencia de esfuerzo y la de urgencia suceden juntas.
Incontinencia por rebosamiento
Se trata de los casos en los que la vejiga no se vacía bien, puede ocurrir una pérdida de orina en momentos inapropiados, de forma continua y sin darse uno cuenta. En los hombres, esto se debe frecuentemente a un agrandamiento de la próstata que bloquea por obstrucción el chorro de la orina. Un músculo débil de la vejiga puede provocar también un vaciado deficiente.
Incontinencia funcional
Se produce cuando no se es capaz de llegar al baño a tiempo por no poder responder de forma apropiada a la sensación de deseo de orinar como consecuencia de un problema físico, problemas para pensar o comunicarse, falta de destreza o incluso un mal diseño del edificio.
Existe un tipo de incontinencia que podemos llamar transitoria porque aparece de forma temporal. Puede ser producida por medicamentos, infecciones de la orina, movilidad limitada ocasional y estreñimiento severo.
FACTORES DE RIESGO
En la mujer, el factor principal es el número de embarazos y de partos vaginales. Cuanto mayor sea, mayor será también la probabilidad de presentar una IU. En segundo lugar está la predisposición genética y, en tercer lugar, la edad: un primer pico a los 40 años, atribuible al efecto de los embarazos y partos, y un segundo pico a los 65 años.
En el caso de los hombres, la incontinencia urinaria es consecuencia, en la mayoría de los casos, de una intervención quirúrgica sobre la próstata, la uretra o la vejiga
TRATAMIENTO
Existen diferentes tratamientos a aplicar en función del tipo de incontinencia urinaria que se padezca y de las causas que la motivan: medicación, técnicas de electro estimulación, cirugía...
Lo más importante es acudir a su médico para que evalúe qué tratamiento es más aconsejable en su caso.
PREVENCIÓN Y REHABILITACIÓN: EJERCICIOS DE KEGEL
Arnold Kegel fue un médico estadounidense que en los años 40 propuso la realización de unos determinados ejercicios físicos dirigidos a fortalecer el suelo de la pelvis con idea de mejorar los síntomas en pacientes con pérdidas de orina.
El objetivo de estos ejercicios es el fortalecimiento del músculo pubococigeo, que se extiende desde el hueso situado en la parte anterior de la pelvis, el pubis, hasta el hueso que ocupa la parte más posterior, el cóccix.
El suelo de la pelvis tiene como misión contener órganos como el útero, la vejiga o el intestino dentro de la pelvis y está formado por músculos y ligamentos. Se encuentra atravesado por los conductos de salida al exterior de estos órganos, como son la vagina, la uretra o el recto
Diversas circunstancias como el envejecimiento, los partos complicados o de fetos grandes, o bien situaciones que producen un aumento de la presión intraabdominal como la obesidad, la tos crónica, trabajos con levantamiento de cargas o el estreñimiento, pueden debilitar su estructura y por tanto favorecer que los órganos pélvicos se deslicen hacia el exterior, apareciendo incontinencia de orina.
El ejercicio consiste en contraer y relajar de manera repetida el músculo pubococigeo. Para ello, antes debe aprender a identificarlo realizando “cortes” en la micción. El músculo que utiliza para cerrar la salida de la orina es el que tiene que contraer y relajar para realizar los ejercicios.
Es posible que al principio tenga ciertas dificultades para identificarlo correctamente y a la vez que contrae el músculo, también contraiga las nalgas o los músculos de la parte baja del abdomen. Sin embargo, con un poco de insistencia, logrará contraer sólo el músculo pubococcigeo. Éste es el principal músculo del suelo de la pelvis.
Los ejercicios de Kegel deben realizarse en repetidas ocasiones para aumentar su fortaleza y resistencia. Se puede comenzar realizando series de 10-20 contracciones/relajaciones varias veces al día. Lo ideal sería alcanzar las 200 repeticiones diarias (cuatro series de 50) y es fundamental la constancia en su realización. Los resultados en cuanto a mejorar las pérdidas de orina pueden tardar algunas semanas en apreciarse (entre 4 y 12 semanas) y debe mantenerse su práctica durante toda la vida.
Estos ejercicios también se han recomendado para recuperar el tono de los músculos y de la vagina después del parto, encontrándose además que su práctica habitual tiene efectos beneficiosos en la sexualidad.
Se trata de una actividad sencilla, discreta fácil de realizar, en ningún caso perjudicial y con unas ventajas claras.
CONSEJOS:
- Cualquier pérdida de orina es anormal, consulte con su médico.
- No se avergüence de padecer incontinencia.
- Utilice ropa cómoda.
- Intente orinar cada tres o cuatro horas durante el día.
- Tome tiempo para orinar y vaciar la vejiga totalmente.
- No es recomendable pujar mientras orina, porque se aumenta la presión sobre los músculos del suelo pélvico y éstos pueden lesionarse.
- No aguante las ganas de orinar.
- Distribuya a lo largo del día la toma de líquidos.
- Debe limitar la ingesta de líquidos algunas horas antes de dormir.
- Realice una adecuada higiene diaria del área urogenital.
- En caso de utilizar pañales u otro tipo de absorbentes, cámbielos con frecuencia y evite la humedad.
- No se automedique, ya que existen medicamentos que pueden estimular la micción (diuréticos, etc.) o disminuir o evitar la sensación de llenado vesical (sedantes, etc.) sin que usted lo sepa.
- Regule el intestino para evitar el estreñimiento. Intente incrementar la fibra en su dieta.
- Deje de fumar para no toser e irritar la vejiga.
- Baje de peso si es necesario.
Les comparto la página de TENA, donde además de hablar sobre la incontinencia urinaria, hay recomendaciones de todo tipo para mejorar nuestra calidad de vida
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/pages/TENA/208852542465141?ref=ts
http://tenamexico.blogspot.com/
Espero les sea de gran utilidad.