Comprar cualquier electrodoméstico puede ser un quebradero de cabeza si no estamos bien informados. Además, puede llevarnos a elegir un modelo que por sus características o por su precio no sea el más adecuado a nuestra situación. Aquí vas a tener información para elegir bien.
Por qué un lavavajillas
Estos electrodomésticos se han convertido en imprescindibles en nuestros hogares. Aunque llegaron mucho más tarde que lavadoras, frigoríficos o incluso microondas, ya casi todo el mundo tiene uno en casa y no tiene que perder mucho tiempo cada día en lavar los platos de toda la familia.
Está claro que son muy prácticos. Nos ahorran mucho tiempo que podemos dedicar a otras cosas, y hacen que además podamos ahorrar agua, ya que su consumo es mucho menor que el que tiene lavar a mano todos los utensilios de un lavavajillas lleno.
Seguro que todo eso ya lo tienes claro, y por eso quieres comprar un lavavajillas. Lo que quizá no tengas tan claro es cuál. El tema está en que las opciones disponibles son muy variadas, y lo primero que debes tener en cuenta es lo que tú necesitas, porque seguro que hay un modelo que se adapta a eso.
Si no tienes claro que lavavaijillas comprar lo mejor que puedes hacer es informarte bien sobre todas las opciones disponibles para escoger la que mejor se adapte a ti. Dependiendo de muchos factores, te vendrá mejor comprar uno u otro.
¿En qué me fijo para comprar un lavavajillas?
Los lavavajillas tienen unas características que hacen diferentes a unos de otros. Esas características te serán más o menos útiles dependiendo de tus necesidades. Tu elección debe tenerlas todas en cuenta para que sea acertada.
Lo primero que debes tener en cuenta es el espacio en el que lo vas a instalar. No suele ser un gran problema si vas a cambiar uno por otro, pero puede darte un disgusto si no tomas las medidas bien. Por eso, anota bien todas las medidas y tenlas en cuenta a la hora de comprar otro aparato.
Muy relacionado con este criterio está el siguiente: la capacidad de carga. Este es posiblemente el punto más importante, el que más debes tener en cuenta, y en el que más debes detenerte a valorar los pros y contras de cada opción.
En los lavavajillas con mucho espacio de carga, contamos con la ventaja de que no tenemos que ponerlos con frecuencia, ya que podemos meter una gran cantidad de utensilios y vajilla hasta llenarlo. Esto supone un ahorro claro de agua y de electricidad que puede ser muy grande al final de un año.
Pero también tiene algunos contras, claro. Necesitarás contar con una vajilla muy grande para que cuando lleves dos días metiendo platos no te quedes sin ninguno, o para no tener que lavar una cuchara para poder comer porque están todas dentro del lavavajillas.
Otro de los contras que tiene es que, si vives solo o si solo sois dos en casa, un lavavajillas así posiblemente lo pondréis nada más que una vez a la semana. Y eso tiene dos inconvenientes que hacen que no os salga rentable.
El primero es que lo que entre en el lavavajillas no lo verás hasta la semana siguiente, a no ser que lo laves a mano. Olvídate de tener tu taza preferida limpia cada mañana. La segunda es que acabará oliendo muy mal por tener tantos días cosas sucias dentro.
Por lo tanto, si sois pocos en casa lo mejor es comprar un lavavajillas con una capacidad de carga pequeña. Sí, gastarás algo más en electricidad y agua, pero siendo pocos tampoco habrá una diferencia muy significativa.
Si en casa vivís varias personas sin duda necesitarás un lavavajillas con un gran espacio de carga, ya que si no posiblemente tendrás que poner dos cada día. Eso, además de disparar las facturas y suponer un gasto enorme, te hace perder mucho tiempo metiendo y sacando platos.
También hay que fijarse muy bien en la cantidad de programas que tiene, ya que dependiendo del uso que le solamos dar y de nuestra situación personal puede convenirnos que haya muchos programas variados para que se puedan adaptar a las diferentes situaciones de nuestro día a día.
Por último, aunque no porque no sea importante, la organización del espacio interior también es algo a valorar. Aquí ya se trata de una cuestión más de gustos que de otro tipo, pero si quieres aprovechar al máximo tu lavavajillas deberás buscar una opción que se adecúe a cómo sueles guardar tú la vajilla.
Sea como sea, elige un lavavajillas que pueda adaptarse a cuánto lo usas, a la capacidad de carga que necesitas, a los programas que sueles usar y que tenga el espacio interior que a ti te gusta. Y, no lo olvides, fíjate bien en que quepa en tu casa.
NP/MA
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