En la infancia se nos enseña a cepillarnos los dientes después de comer, a no sentarnos en la computadora durante mucho tiempo con el fin de no dañar mucho nuestra vista y, cuando llegamos a la madurez, se nos enseña a conducir manteniendo las manos en el volante en la posición de las horas 10 y 2.
1. Limpiarse los oídos
- Nuestro cuerpo es un mecanismo idealmente ajustado y el cerumen en el oído es una forma bien pensada que actúa como “autolimpieza”. La irritación del canal causa una mayor producción de cerumen. Basta con pasar por los oídos una toalla tras darse una ducha.
2. Evitar el uso del horno microondas
- En realidad, este aparato está diseñado para que la radiación electromagnética prácticamente no salga más allá. Así que, si no abrazas con ganas un microondas, no correrás riesgo alguno para tu salud.
3. Tirar de la cisterna del inodoro con la tapa abierta
- Las partículas más pequeñas de agua junto con las bacterias salpican alcanzando una altura de hasta dos metros
4. Lavar todos los productos
- En realidad, no todos los productos se deben ni se pueden lavar. Por ejemplo, la carne y las aves de corral no se pueden lavar.
5. Limpiar la nariz
Fuente: Genial
OS
El post 5 hábitos que siempre hemos considerado beneficiosos, pero en vano aparecio primero en Informe 21
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