Al observar a las personas en la calle, siempre termina uno por descubrir sus problemas de salud. Por ejemplo, una vez acompañé a una amiga a una tienda por departamentos. En la sección de cosméticos me fijé en una mujer de unos 40 años que se observaba la piel del rostro en uno de los espejos. Al acercarnos a ella, me di cuenta que padecía una especie de dermatitis seborreica.
Su piel se veía grasosa en unas zonas y reseca en otras. Además, había secciones enrojecidas y con escamas. Ella lucía preocupada mientras se examinaba a sí misma con detenimiento.
Mientras mi amiga hacía fila para cancelar, conversé con la mujer, quien resultó tener el curioso nombre de África. Una vez entramos en cierta confianza, le pregunté sobre la condición dermatológica que la afectaba.
Me confirmó que el médico le diagnosticó dermatitis seborreica y que la había afectado desde los 20 años, solo que los brotes siempre fueron esporádicos y pequeños. Nunca la había afectado con gravedad.
África también me contó que era periodista y que un trabajo lleno de estrés había desencadenado un ataque más fuerte . La enfermedad se había extendido por varias partes de la cara y el aspecto que tenía afectaba su autoestima.
Por cierto que, según me comentó, tanto su papá como su abuela paterna habían padecido de problemas dermatológicos durante años. Por esa razón debieron utilizar diversos tratamientos.
Al hablar con ella, pude recomendarle algunos tratamientos naturales para apoyar a los fármacos que ya su médico le habían recomendado. También le di mi correo para que me contactara y me contara los resultados de su problema en la piel, tras mis recomendaciones.
Conoce la dermatitis seborreica
La dermatitis seborreica es una enfermedad muy común de la piel que causa una erupción con escama o costras blancas o amarillentas.
Es una condición crónica, lo que quiere decir que afecta por muy largo tiempo y también es recidivante. Esto implica que reaparece después de un tiempo de curación.
Esta enfermedad se observa en las zonas del cuerpo donde hay muchos órganos productores de grasa. Son glándulas sebáceas, como por ejemplo, la cara, la parte superior de la espalda, la nariz y el cuero cabelludo.
Tiende a hacer que la piel tenga un color rojizo, además de un aspecto grasoso, inflamado y cubierto de escamas. También es probable que se sienta picazón en la zona afectada, especialmente bajo ciertas condiciones como calor o estrés.
No está restringida esta enfermedad de la piel a grupos de edad. Incluso los bebés pueden parecer un tipo de dermatitis seborreica, conocida como costra láctea. Sin embargo, la edad común es de 30 a 60 años.
Causas de la dermatitis seborreica
Realmente se desconoce cuál es la causa que produce la dermatitis. Hay ciertas condiciones desencadenantes que hacen aparecer los brotes o los gravan. Sin embargo, se cree que el microorganismo Malassezia, responsable de la caspa, puede ser el principal culpable. Este es un hongo comensal de la piel.
También se ha observado que miembros de la misma familia tienden a desarrollar diferentes grados de esta enfermedad, por lo que quizá hay desencadenantes genéticos.
Los cambios hormonales pueden ser un desencadenante de la aparición continua de la dermatitis. El estrés también puede conllevar a los brotes de la enfermedad. Es posible que productos químicos como detergentes y solventes y jabones también influyan. De igual forma, los medicamentos o fármacos que consumas pueden alterar las condiciones de la piel.
La dermatitis seborreica aparece y desaparece también de acuerdo al clima. En las épocas de calor puede aliviarse un poco gracias a la exposición al sol. Sin embargo, el sudor y la humedad lo agravan. Por el contrario, en la época de frío, los brotes pueden ser agudos y largos.
Aquellos pacientes con enfermedades que afectan su sistema inmunológico como el VIH / SIDA y la psoriasis, o con trastornos en el sistema nervioso, tienen una mayor probabilidad de desarrollar dermatitis seborreica.
Otras condiciones de salud que aumentan los riesgos de desencadenar ataques de esta condición son: alcoholismo, acné, problemas de salud mental, depresión, epilepsia, trastornos de alimentación, etc.
Síntomas de la dermatitis seborreica
El primer síntoma es el enrojecimiento de la piel en zonas grasosas. Esto va acompañado de inflamación y con cambios de la textura de la piel que tiende a tener un aspecto rugoso.
Posteriormente, hacen su aparición las desagradables escamas. Aunque la piel es grasosa, en las zonas de las escamas, se observa un aspecto reseco a la piel. Si se agrava, puede dar lugar a la aparición de escamas de color amarillo con aspecto oleoso.
Es común ver las escamas, no sólo en el cuero cabelludo sino también en la piel a los lados de la nariz, en las cejas o entre ellas, a los lados de la boca y otras partes del cuerpo. Es probable que bajo ciertas condiciones se sienta picazón o ardor en las áreas afectadas.
La dermatitis seborreica y los bebés
Como te comenté, los bebés de meses pueden desarrollar un tipo dermatitis seborreica infantil llamada costra láctea.
A pesar de que su aspecto es desagradable, en realidad al bebé parece no perturbarle la erupción, por lo que se piensa que ni siquiera produce picazón o molestias.
Normalmente, inicia con escamas difusas que se encuentran en el cuero cabelludo del bebé. Sin embargo, las lesiones pueden extenderse y afectar otras zonas como las axilas y la ingle.
Dermatitis seborreica en adultos
Lo primero que debe saber un adulto al que se le diagnosticó esta condición de la piel, es que aparecerá y desaparecerá por el resto de su vida. Por eso se dice que es crónica.
No tiene cura conocida y lo que se intenta es disminuir la intensidad y la aparición de los brotes. Además, cada persona debe reconocer cuáles son sus desencadenantes para prevenirla y disminuir los síntomas.
La dermatitis seborreica pitiriasiforme se presenta cuando la enfermedad se extiende. No solamente afecta el cuero cabelludo y la cara, sino también otras como el cuello, el tronco y las axilas.
La buena noticia es que con el tratamiento adecuado es posible mejorar y aliviar los síntomas, además de prevenir los brotes y su intensidad.
5 Tratamientos naturales para la Dermatitis Seborreica
La dermatitis seborreica tiene una serie de tratamientos convencionales que pueden ser recetados por tu médico al acudir a su consulta y estudiar tu caso.
Sin embargo, también hay una serie de tratamientos naturales que pueden ser útiles, tanto para coadyuvar con el tratamiento convencional como para aliviar los síntomas.
Lo mejor es que, dependiendo de tu tipo de piel y la sensibilidad de la misma, puedes escoger algunas de las cinco soluciones naturales con el fin de mantener a raya la enfermedad.
Exposición a la luz solar
Es el tratamiento más sencillo y económico al que puedes acceder ya que se ha descubierto que recibir luz solar con regularidad ayuda a disminuir los síntomas.
Por eso, a quienes padecen de dermatitis seborreica, se les recomienda realizar con cierta frecuencia actividades al aire libre y al sol.
Por supuesto, debes tomar las precauciones para que el sol no te afecte la piel o desencadene enfermedades más graves como el cáncer en la piel. Pero ¿cómo compaginar la exposición al sol con la protección de la piel? Es muy sencillo, solo sigue estas tres recomendaciones.
Primero, no necesitas tomar el sol diariamente. Segundo, puedes hacerlo en horas de menor intensidad solar, como muy temprano en la mañana. Tercero, no tienes que estar expuesto mucho tiempo, con unos minutos basta.
Sábila o aloe vera
Tanto el consumo de aloe vera como su aplicación tópica pueden ayudar a aliviar el escozor y la inflamación que caracteriza la dermatitis.
Por supuesto, no debes proporcionar suplemento de sábila a niños menores de 10 años y es necesario hacer pruebas de alergia en una pequeña sección de tu piel antes de usarlo en la zona afectada.
También es importante que prestes atención a cualquier efecto secundario del aloe vera tanto en tu piel como en el resto de tu organismo.
Esta planta tiene propiedades antiinflamatorias que se han mostrado efectivas en el tratamiento natural de la dermatitis seborreica sin causar irritaciones.
Debes tener cuidado con los elementos grasosos y oleosos porque el hongo de la dermatitis seborreica se alimenta de esos productos. Por lo tanto, los aceites como el aceite de oliva no son siempre recomendables en caso de esta enfermedad.
Fortalecimiento de la función inmunológica
Todo lo que puedas hacer por mejorar la función de tu sistema inmune repercutirá de forma positiva en el tratamiento de la dermatitis seborreica.
Por ejemplo, consumir ácidos grasos Omega-3, alimentos con vitamina C, otros alimentos con propiedades antiinflamatorias como el ajo, coco, la banana, etc.
Otra manera de reforzar tu sistema inmunológico es dormir las horas necesarias, hacer ejercicios y reducir el estrés y la ansiedad.
Consumir alimentos ricos en zinc también es buena idea porque una de las señales de deficiencia de este mineral es la aparición de erupciones dermatológicas.
Antes de tomar medicamentos o suplementos comprueba que estás consumiendo suficiente alimentos ricos en este nutriente. Por ejemplo, consumiendo el ajo, germen de trigo, garbanzos y semillas de ajonjolí, calabaza, sandía y calabacín.
Miel cruda
Un estudio del año 2001 publicado en la revista Europea de Investigación Médica, realizó un estudio en el que trataron a 30 pacientes con dermatitis seborreica.
A los 20 hombres y 10 mujeres, entre los 15 y los 60 años, les colocaron miel cruda de forma tópica al 90 % disuelta en agua durante cuatro semanas.
En día por medio, los participantes debían darse un suave masaje durante unos tres minutos con la miel . Luego dejarla actuar por unas tres horas para finalmente enjuagarse con agua tibia.
Todos respondieron de forma notable a la aplicación de la miel. Pasado ese tiempo, dividieron el grupo en dos. A 15 de los pacientes los mantuvieron con un tratamiento profiláctico al aplicar la miel cada semana durante seis meses.
Los otros 15 no participaron en el tratamiento profiláctico. En todos los casos se alivió la picazón a la semana y las lesiones cutáneas desaparecieron en dos semanas.
Al cabo de los seis meses de profilaxis, ninguno de los participantes presentó recaída. Sin embargo, el grupo que no mantuvo el tratamiento, recayeron entre los dos y cuatro meses subsiguientes.
Consumo suficiente de líquidos
La hidratación es un componente indispensable en todo tratamiento de la piel. Por esta razón debes tomar mucha agua potable y pura durante el día.
También debes evitar cualquier sustancia o comida que reduzca tus niveles hídricos como el exceso de sal, alcohol, cafeína y las bebidas azucaradas. Todos esos productos tienden a disminuir la cantidad de líquido del organismo y por lo tanto resecar y agravar las lesiones de tu piel.
También puedes permitirte otras formas de hidratación alternativas y mucho más sanas como el agua de coco, los jugos caseros obtenidos por extracción de los vegetales y las frutas y el té verde.
Después de seguir mis indicaciones, África me escribió a los tres meses para comentarme que había logrado disminuir los molestos síntomas de la dermatitis seborreica.
Me dijo que, al prestar atención a sus desencadenantes, se dio cuenta que empeoraba en los días previos a la menstruación, lo que le permitió tomar medidas para aliviar las molestias.
Fue interesante saber que antes de nuestro encuentro, no prestaba atención al agua que tomaba cada día. Ahora procuraba hidratarse y alimentarse mejor.
Saber que sería una condición crónica también le permitió aceptarla y tener una relación más proactiva con la enfermedad de manera de atajar los brotes antes de que se agravaran.
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