martes, 17 de abril de 2018

Las enfermedades de trasmisión sexual en el embarazo

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Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden afectar a la mujer sexualmente activa. Si se contagia y se embaraza, obviamente, no solo estará en riesgo ella sino también el desarrollo normal del embarazo y la vida del futuro bebé. En definitiva, el escenario ETS y embarazo es el menos indicado para dar vida.

Las enfermedades de trasmisión sexual en el embarazo

Una mujer embarazada puede contagiarse de ETS si mantiene relaciones sexuales con una pareja infectada. Igualmente, una mujer que ya esté contagiada de una ETS puede quedar embarazada, escenario bajo el cual la enfermedad alcanza al bebé en desarrollo.

Como muchas ETS son silenciosas, el contagio puede darse mucho antes del embarazo. Por ello, es fundamental que la franqueza impere en la relación médico-embarazada, para que el especialista tome las medidas necesarias en lo que se confirme la noticia del embarazo.

¡Estás embarazada! Primeras medidas

Una vez que la mujer embarazada inicia su control médico, las pruebas de detección de ETS deben ser parte de la rutina. Entre estas pruebas debe estar la del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), más aún si la mujer no tiene pareja fija o si ella o su pareja tienen o han tenido comportamientos sexuales de alto riesgo.

Las ETS son infecciones de origen bacteriano o viral que se contagian por el sexo vaginal, oral o anal. Pueden permanecer latentes en el organismo por varios años; pero una vez que la mujer se embarazada, hay que actuar de inmediato.

Las pruebas de detección de ETS se realizan en el primer trimestre del embarazo y se repiten al momento de acercarse la fecha de parto. Si las ETS son detectadas a tiempo, se pueden tratar. Una detección temprana es fundamental para resguardar la salud de la embarazada y del futuro bebé.

Tratamiento contra las ETS y embarazo

Las ETS de origen bacteriano como la clamidia, la gonorrea, la sífilis, la tricomoniasis y la vaginosis bacteriana pueden tratarse y curarse con antibióticos que, generalmente, son seguros para utilizar durante el embarazo. Será tu médico quien te indique cuáles son los más seguros.

Las ETS causadas por virus como el herpes genital, la hepatitis B o el VIH no tienen cura. Sin embargo, la embarazada puede recibir medicamentos antivirales o tomar otras medidas preventivas para reducir el riesgo de transmisión al bebé.

ETS y embarazo es una combinación con consecuencias complicadas. Si planeas quedar embarazada, debes hacerte las pruebas de detección junto con tu pareja para que puedan tratarse y proteger al futuro bebé. Si ya estás contagiada, mientras más temprano inicies el tratamiento, mejores serán los resultados.

El tratamiento contra una ETS se debe tomar en pareja. No deberían tener relaciones sexuales hasta que los dos concluyan el tratamiento y no presenten ningún síntoma. De lo contrario, continuarán transmitiéndose la infección el uno al otro.

Riesgos sobre el embarazo y el bebé

Las ETS causan complicaciones serias. La madre puede contagiar al bebé durante el embarazo o en el parto vaginal, con lo cual lo pone en riesgo de muchas maneras. Una ETS puede provocar:

Nacimiento prematuro (antes de la semana 37 de embarazo).
Ruptura prematura de las membranas (el saco amniótico se rompe antes de que comience el parto).
Bajo peso al nacer (el bebé pesa menos de 2 kilos 600 gramos).
Defectos de nacimiento que cambian la forma o función de una o más partes del cuerpo.
Embarazo ectópico.
Aborto espontáneo (el bebé muere en la matriz antes de la semana 20).
Nacimiento sin vida (el bebé muere en el útero después de la semanas 20).
Si la madre trasmite una ETS al bebé, este se puede ver afectado por:

Infección ocular.
Neumonía.
Daño cerebral.
Falta de coordinación en los movimientos corporales.
Ceguera.
Sordera.
Hepatitis aguda.
Meningitis.
Enfermedad hepática crónica, que puede dejar cicatrices en el hígado (cirrosis).

¿Es posible amamantar teniendo una ETS?

Algunas ETS inciden sobre la lactancia materna y otras no. Habla con tu médico o con tu asesor de lactancia sobre los riesgos de contagiar a tu bebé. Las medidas preventivas básicas son:

Si tienes VIH, no deberías darle el pecho a tu bebé. Lo recomendable es usar fórmulas lácteas.

En caso de que tengas clamidia, gonorrea o VPH puedes darle el pecho a tu bebé.

Si padeces de tricomoniasis, puedes tomar el respectivo antibiótico entre 12 y 24 horas antes de amamantar a tu bebé.

Si tienes sífilis o herpes, puedes amamantar siempre que tu bebé o el sacaleche no toquen ninguna úlcera.

La mayoría de los tratamientos para las ETS son compatibles con la lactancia materna.

Recuerda

Si antes de embarazarte, te viste en la necesidad de realizarte despistajes de ETS, es imperioso retomarlos durante el embarazo. Si estás embarazada, la única manera de evitar las ETS es no tener relaciones sexuales vaginales, anales ni orales. A menos que tengas una pareja con buena salud y ambos sean monógamos.

La única forma de reducir el riesgo de contraer una ETS durante el embarazo es utilizando correctamente condones de látex, sobre todo si tu pareja tiene relaciones con otras personas.

ETS y embarazo es, en definitiva, un escenario riesgoso para que una nueva vida inicie su trayecto en este mundo. Prevenir las ETS es posible, y está en tus manos.

Fuente: mejorconsalud / MF

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El post Las enfermedades de trasmisión sexual en el embarazo aparecio primero en Informe 21

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