Desde tiempos remotos la belleza y la estética han pasado a formar parte de la vida cotidiana de las personas, pues la apariencia y el porte no sólo es sinónimo de buena salud, sino también de un correcto cuidado y consecuentemente de una buena y saludable atención de la persona respecto a la opinión que los demás tengan de ella.
Son muchas las afecciones que interfieren en el correcto cuidado de la salud estética, y una de ellas es la rosácea. La rosácea es una enfermedad cutánea, es decir, una enfermedad que afecta sobre todo el tejido dérmico del rostro, caracterizada por el enrojecimiento de la piel, a menudo acompañado por el abultamiento de la misma, lo cual ocasiona dolores y malestares, que acaban irritando los vasos sanguíneos.
Emparentada con el acné, la mayoría de los remedios para curar y atender esta enfermedad son los mismos, o guardan estrecha relación con aquellos usados para atender la otrora enfermedad. Se pueden conocer algunos de estos remedios en www.remedioscaserosparalarosacea.com.
Las posibles causas y los síntomas
Los expertos coinciden en que la mayoría de los casos de rosácea tienen antecedentes familiares, es decir, se trata de un problema predecible y tratable. La rosácea, como el acné, depende fundamentalmente de la intervención de bacterias en el tejido de la piel, siendo la rosácea en este caso la reacción orgánica frente a las bacterias.
En tal sentido, hay dos factores que intervienen en la aparición de esta afección: los genes y las bacterias. Por su lado, se cree que también los ácaros pueden ocasionar el desarrollo de esta enfermedad, así como determinadas afecciones relacionadas con el sistema nervioso central. Son objeto de estudio las diversas reacciones psicosomáticas -es decir, males físicos que han sido ocasionados por malestares psicológicos previos- en el cuerpo, y se tiene la creencia, altamente probable, de que los distintos niveles de estrés pueden ocasionar, o al menos favorecer, a la rosácea.
Los primeros síntomas son el enrojecimiento de partes concretas del rostro, puntualmente los pómulos y la nariz. Estos enrojecimientos son, durante las primeras fases, esporádicos y suelen durar unos pocos minutos antes de desaparecer -a menudo unos 10 minutos-, volviendo a ocasionarse poco después. Es de especial atención si las áreas enrojecidas arden, pican o duelen, pues es este el principal factor que determina la presencia de la enfermedad.
Si se tiene estos síntomas, es hora de actuar, pues es altamente probable que se trate de rosácea. Lo mejor es empezar el tratamiento casero cuanto antes, para darle menores oportunidades a la enfermedad de arraigarse y empeorar.
Curas caseras
Como ya se dijo, la mayoría de los tratamientos para la rosácea son análogos a los del acné, pues son enfermedades correlativas, ocasionadas por los mismos inconvenientes -genética, bacterias, etcétera-. Por esto, lo aquí dispuesto puede también dar resultado contra el mencionado acné.
Los remedios caseros para la rosácea son bastante sencillos e incluyen elementos que se encuentran en cualquier hogar. Para empezar, lo mejor de entrada es hacer uso de hielo, pues con él bajará la inflamación, que es el principal inconveniente que tiene la rosácea. La inflamación es la que ocasiona el dolor y se debe a, como se dijo antes, el problema que sucede en los vasos sanguíneos durante la rosácea.
Por otra parte, el uso de alimentos que logren paliar las insuficiencias orgánicas que favorecen la aparición de la rosácea es, también, parte del tratamiento. La miel (que no se ingiere) sino que se aplica sobre la superficie de la piel afectada, es un antibacterial natural contra este tipo de malestar, pues además humecta y evita que la piel se vuelva, tras desaparecer la rosácea, costra. Otro alimento recomendado es el zinc, que se halla naturalmente en los mariscos. El zinc, por sus propiedades, ayuda a que la rosácea desaparezca, se suavice o bien siquiera llegue a suceder.
La ingesta de zinc se recomienda hacerla en simultáneo con vitaminas del grupo B, las cuales se pueden encontrar con facilidad en una farmacia. Este tipo de vitaminas fortalecen al organismo contra las bacterias que ocasionan la rosácea, por lo que es extremadamente eficaz.
Otras recomendaciones es el uso de avena y de vinagres de diverso tipo, en particular el de manzana. Estas son algunas de las maneras de cómo curar la rosácea naturalmente. ¡Pruébalas! Evitarás costear caros tratamientos innecesarios que sólo corroboran los datos ya explicados.
NP/MA
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