Un brassiere confeccionado con el desarrollo de biosensores llamado EVA promete el diagnóstico temprano de cáncer de seno y ha agotado el stock de 5000 unidades que se hicieron en la primera tanda de esta iniciativa tecnológica mexicana, pensada en los fundamentos de la termografía mamaria· Sin embargo, especialistas españoles se mantienen escépticos a este dispositivo por tratarse de un método muy antiguo e inespecífico de diagnóstico
La publicidad alrededor de EVA afirma que basta con 60-90 minutos por semana para monitorear periódicamente la adecuada salud de las mamas.
Comencemos por definir cómo nació EVA, un corpiño que según sus creadores es capaz de diagnosticar el cáncer de mama precoz, a través del desarrollo de biosensores dispuestos estratégicamente en un corpiño.
A la edad de doce años, el mexicano Julián Ríos se topó por segunda vez con la temida palabra cáncer. Su madre, diagnosticada años atrás de un tumor en la mama, había recaído de la enfermedad. Fue entonces, según contó en la pasada edición de Talent Land celebrada en Jalisco, cuando decidió "revolucionar la detección del cáncer de mama a nivel global".
El cáncer de mama se origina cuando las células comienzan a crecer en forma descontrolada y se forma un tumor maligno. Cuando las células de éste crecen invadiendo los tejidos vecinos o propagándose a otras partes del cuerpo, se denomina “metástasis”. American Cancer Society.Él, acompañado de otros jóvenes entre 17 y 23 años de edad, fundó Higia Technologies, empresa creadora de EVA, un dispositivo portátil y no invasivo con forma de sostén, que detecta anormalidades en los patrones térmicos de las mamas. Según afirma la compañía, estos patrones sirven como "principales indicadores de cáncer en etapas.
¿Pero sirve realmente EVA en el diagnóstico precoz del cáncer de mama?
El oncólogo médico del Hospital de Sabadell-Consorcio Sanitario Parc Taulì de Sabadell (Barcelona) y tesorero de la Sociedad Española de Oncología Médica, Miguel Ángel Seguí-Palmer, se mostró escéptico ante las cualidades publicitadas de EVA ya que la tecnología que utiliza es muy “inespecífica” y “antigua”, conocida como la termografía mamaria.
"Teóricamente sí, este sujetador se basa en el principio de la termografía, es decir, cuando hay un tumor hay una mayor actividad metabólica y por tanto un mayor aporte se sangre (como cuando hay una inflamación por cualquier causa) y eso provocaría un aumento de temperatura que es lo que detectarían los sensores del sujetador", dijo el galeno a Hipertextual.
Según, Seguí-Palmer cualquier golpe, infección o proceso inflamatorio puede causar un falso positivo, ya que registraría el aumento de la temperatura, lo que activaría los sensores.
El especialista mamario, recalcó que por lo general el tamaño de los tumores que causan el aumento de la temperatura detectable por el corpiño, es mucho mayor al de uno en etapa inicial, por lo que, en caso de que se detecte a través de EVA, no puede considerarse precoz.
Por su parte, la Sociedad Española de Oncología Médica señaló que "el mayor peligro de la termografía es que quienes optan por este método, en vez de la mamografía, pueden perder la oportunidad de que se detecte el cáncer en su fase más temprana"
Desde Higia Technologies han afirmado que su sujetador EVA "no reemplaza una mastografía", sino que se trata de una "herramienta complementaria que profesionaliza la autoexploración". En ese sentido, Seguí-Palmer reconoció "que le gustaría decir que es una buena iniciativa en el sentido de la concienciación de las mujeres. Pero sin duda hay un interés comercial detrás de esto que hace que se convierta en otro intento de sacar provecho de esta preocupación social, aunque salga de una iniciativa bienintencionada".
Problemas de camino: efectos psicológicos
Cabe resaltar, que no todo cambio de temperatura supone un cáncer y arrojó que, en el 60-70% de los casos, la alteración del tejido mamario no está asociada con tumores malignos.
Desde quistes hasta fibromas, lipomas o una simple inflamación, el aumento de calor identificado por el sujetador no supone un indicio de la enfermedad aunque sí puede tener efectos psicológicos en las mujeres que lo utilizan.
"Veo muchos peligros por el efecto psicológico y emocional que puede causar [el sujetador]. Muchas personas pueden interpretar que tienen cáncer por el uso de EVA y asustarse sin motivo o entrar en una depresión", apuntó el investigador.
Fuente: derf / MF
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