La larga y amplia reunión de este jueves en la que participaron más
de 1.000 farmacéuticos valencianos quedó abierta al no hallar una
solución oficial. Sin embargo, se abrió la puerta a que los boticarios puedan solicitar préstamos bancarios sin tener que avalar con sus bienes, según explican fuentes del colegio de Conde Montornés número 7.
De esta forma, los farmacéuticos se resignan a no cobrar de la Conselleria de Sanidad hasta que en enero se aprueben los presupuestos, a cambio de que los intereses de los créditos los pague la Generalitat. Es decir, los bancos aceptarán las facturas de las recetas que ofrezcan a la población y los farmacéuticos pagarán el préstamo a la espera de que el Consell revierta los intereses de demora cuando haga efectivo el pago de los medicamentos que llevan descubiertos desde el pasado mes de julio.
Las mismas fuentes oficiales indicaron que los boticarios están más preocupados por el futuro, "al advertirse que el año que viene puede ser peor", que por cobrar los pagos atrasados. En todo momento se rechazó la posibilidad de cobrar los medicamentos a los usuarios, especialmente a los jubilados que no disponen de la liquidez suficiente para hacerse cargo de los tratamientos más caros.
De hecho, ha puesto de relieve que él mismo se ha sentado con los Colegios de Farmacéuticos, al igual que el conseller de Sanidad, Luis Rosado. "Estamos hablando con los farmacéuticos y valoramos el esfuerzo que realizan para abrir cada día sus boticas y pagaremos lo más pronto posible", ha insistido.
Al respecto, ha recordado las razones por las que no sólo la Comunidad Valenciana sino "otras muchas" autonomías están atravesando por "dificultades de tesorería", que se deben, ha argumentado, "a los problemas para renovar la deuda viva", así como a la "no percepción del fondo de competitividad" como consecuencia del actual modelo de financiación.
Por ello, ha constatado que las restricciones financieras son "importantes", lo que provoca "un retraso en los pagos no sólo a las farmacias, sino también a otros proveedores" de la Generalitat Valenciana.
Leído en El MUNDO
De esta forma, los farmacéuticos se resignan a no cobrar de la Conselleria de Sanidad hasta que en enero se aprueben los presupuestos, a cambio de que los intereses de los créditos los pague la Generalitat. Es decir, los bancos aceptarán las facturas de las recetas que ofrezcan a la población y los farmacéuticos pagarán el préstamo a la espera de que el Consell revierta los intereses de demora cuando haga efectivo el pago de los medicamentos que llevan descubiertos desde el pasado mes de julio.
Las mismas fuentes oficiales indicaron que los boticarios están más preocupados por el futuro, "al advertirse que el año que viene puede ser peor", que por cobrar los pagos atrasados. En todo momento se rechazó la posibilidad de cobrar los medicamentos a los usuarios, especialmente a los jubilados que no disponen de la liquidez suficiente para hacerse cargo de los tratamientos más caros.
Como muy tarde se cobrará en enero
Por su parte, el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, ha garantizado este viernes que pagarán la deuda que mantiene el Gobienro valenciano con las farmacias "tan pronto sea posible y desde luego en el mes de enero seguro" porque "se trata de un sector estratégico". "Son unos empresarios con una función social esencial", ha recalcado.De hecho, ha puesto de relieve que él mismo se ha sentado con los Colegios de Farmacéuticos, al igual que el conseller de Sanidad, Luis Rosado. "Estamos hablando con los farmacéuticos y valoramos el esfuerzo que realizan para abrir cada día sus boticas y pagaremos lo más pronto posible", ha insistido.
Al respecto, ha recordado las razones por las que no sólo la Comunidad Valenciana sino "otras muchas" autonomías están atravesando por "dificultades de tesorería", que se deben, ha argumentado, "a los problemas para renovar la deuda viva", así como a la "no percepción del fondo de competitividad" como consecuencia del actual modelo de financiación.
Por ello, ha constatado que las restricciones financieras son "importantes", lo que provoca "un retraso en los pagos no sólo a las farmacias, sino también a otros proveedores" de la Generalitat Valenciana.
Leído en El MUNDO
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