miércoles, 5 de enero de 2011

Con el año nuevo, estoy intentando

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Por: Luis Manuel Pérez

Dejar de fumar. Estoy haciendo un post al respecto porque está siendo muy duro. Yo me considero un gran fumador, con esto me refiero a que nunca, jamás había tenido ganas de dejar de fumar porque me parece algo estúpidamente rico, rico (y sin ningún fundamento) y porque me parece estúpidamente placentero.


Puedo asegurar que pocas personas dirán que hay cosas que te den más placer (salvo lo otro) que ese cigarro que uno se fuma en casos de cabreo absoluto, también estoy seguro que ningún fumador dirá que no le gusta ese cigarrito de después de comer. El tabaco es algo que me ha brindado innumerables momentos de felicidad, y por eso es que jamás había considerado dejarlo.


Bueno pues, a lo que iba es que sabía que iba a ser jodido porque, me levanto y enciendo un cigarrito, estoy conduciendo y enciendo un cigarrito, termino de comer y enciendo un pitillo y ¡leche!, es un hábito y es una gozada entonces sí, sabía que iba a ser jodido. En la universidad dejé de fumar una semana, bueno, "dejé" porque fue algo así como un reto o una apuesta y la otra parte me permitió fumar ocasionalmente, pero en una semana fumé cuatro cigarrillos a lo sumo. En esa ocasión fue un poco difícil, poco, pero se lograba, comía muchos Chupa-Chups pero solo eso, no sufría, no había ansiedad, no había ganas estúpidas, ¡no nada!.


Bien, esta vez esta siendo diferente. El primer intento de sustitución fue un vaso de agua. Bueno, tomar agua cada vez que me apeteciera un cigarrillo, con ese método me fumé ocho en un día, no está mal si tenemos en cuenta que fumaba entre 25 y 30, pero tuve ganas de fumar tantas veces que por la noche tenía algo así como dolor de riñones, joder, bebí algo así como cuatro litros de agua, dejé de usar un vaso porque era poco práctico y bebí directamente de la garrafa, así de fuerrrrrte fue.

Como lo del agua no funcionó, decidí cambiar la estrategia. Pensé en aplicar lo del perro de Pavlov a la inversa, relacionar el cigarrillo con algo horrible y entonces en algún momento aborrecería el tabaco, joder. La cosa aquí me la planteé de forma que la daba un trago al vinagre cada vez que me fumaba un cigarro. Suena inteligente, bueno no, suena lógico pues sí, el primer trago que di me hizo echar la pota, el desastre fue que al poco el vinagre, aunque me estaba asqueroso, lograba tomarlo y ,joder , no funcionó, con la estrategia vinagrera me fumé diez cigarros un día y nueve el siguiente.


Ayer decidí que eso era una chorrada y que sólo iba a conseguir apestar a vinagre y por la noche me fumé el último cigarro sin el trago de vinagre, y fue sin, porque decidí que hoy ya no fumaría menos, sino que hoy ya no fumaría nada, así a lo bruto, y no quería que el último cigarro que me fumaba estuviera ligado a un mal recuerdo.

Hoy me desperté, me duché y fui a la farmacia a comprar esto:

arko-cig

De momento, me gusta hasta el nombre “Arko-cig” es como si me hubiera comprado un móvil  de última generación (un Smartphone de esos) o el cigarrillo de Luke Skywalker si fumara. ¿Y el USB? ¿Será para fumarme el ordenador entero?, he de reconocer que si se pudiera en ocasiones lo haría, lleva unas recargas de tabaco de Virginia, creo que nunca he fumado tabaco de Virginia ¿Sabrá como los míos de siempre? 

Bueno ya, de vuelta a casa, me leí las instrucciones y puse a cargar el aparatito, lo que no pude aguantar fueron las 8 horas que mandaba la primera carga de la batería, perdónenme señores de Arko-cig pero, joder, es cruel tener que esperar 8 horas a que este cigarrin se cargue.

Yo iba dispuesto comprar todo lo existente porque se que va a ser jodido, pero la señora de la farmacia me dijo que empezara probando esto y que si no lo conseguía ya tendría que comprarme unas pastillas, con sus efectos secundarios y bla bla.

La farmacéutica también fue muy buena, me animó mucho y dijo que seguro que lo conseguía, joder, la señora me cae muy bien, me dijo que tuviera fuerza de voluntad, que pensara en otras cosas, que me mantuviera ocupado y de vez en cuando caladita al cigarrillo skywalker.


Ahora otra cosa que es la leche porque es de película. Ahí tenéis que fui a la farmacia, ahí tenéis que cuando salía había un chico con un ramo de flores inmenso, pero en serio inmenso, entonces me mira y me pregunta  "¿Pilar Sánchez? ¿Pilar Sánchez?" y yo que no entendía lo que quería y él seguía repitiendo lo mismo. Asumí entonces que buscaba a Pilar, asomé la cabeza y le dije que había un señor que no dejaba de decir su nombre.

Volví a entrar en la farmacia, y cuando salí, el chico había desaparecido y todos veíamos a Pilar con el ramo de flores gigante y entonces todo era la leche porque se las había mandado su novio después de una discusión. Ahí nos tenéis a todos mirándola, en ese momento ya había salido toda le gente que trabaja en la farmacia, y diciéndole que le llamara, y ahí nos tenéis a todos diciéndole que le dijera que le perdonaba, y ahí nos tenéis a todos parados en la puerta de la farmacia viendo como se le iluminaba la cara mientras escuchaba lo que su novio le decía, para terminar con un ¡si, quiero!. Y entonces todo fue como una  escena de Love Actually y todos somos unos ñoños ¿y qué?.

Ahora, de regreso al cigarro. La verdad me parece muy triste dejar de fumar. me parece triste porque es algo que disfruto mucho, porque es algo que me gusta mucho, pero también entiendo que es algo que está mal.


Es cierto que  hace mucho tiempo intenté fumar menos, mucho menos, mi ideal hubiera sido fumar dos cigarros al día, lo cual no me parece nada malo, joder, pero se que no podría hacerlo, se que en el estado de fumador empedernido en el que me encuentro, fumarme uno después de comer me hubiera hecho fumarme diez antes de dormir. No se, tal vez consiga llegar a esos dos y quedarme ahí porque ,joder , la verdad es que le tengo cariño al cigarro, y es parte de mi forma de ser, me he definido como fumador más tiempo del que me he definido como abogado, me he definido como fumador más tiempo del que me he definido como vendedor de seguros y me he definido como fumador más tiempo que la mayoría de cosas de las que me sigo definiendo, entonces es raro, el dejarlo así de sopetón.


Espero que la de la farmacia tenga razón y lo consiga.
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2 comentarios:

  1. Yo también me he definido como fumador mucho antes que perder la virginidad, que mi profesión actual o en definitiva, que la persona que soy. Y es jodido porque es algo que ya forma parte de tu vida antes que tantas cosas que vinieron y se fueron...

    Nunca he sido de llegar a un paquete diario, me alegro mucho por ello, pero no me siento a gusto siendo fumador hace tantos años...

    La vez que mejor me fue lo dejé un mes y medio... luego volví. Pero eso me recuerda que pude hacerlo y que la próxima vez superaré esa cifra y a lo mejor no vuelva nunca más.

    En fin, no te puedo decir como dejarlo, creo que cada uno tiene su método personal en su momento personal, pero lo que sí puedo hacer es enviarte muchísimo ánimo, y recordarte que no te rindas nunca, que un dia lo conseguirás. Y que recuerdes que por mucho que te guste, está todo en tu cerebro, tu cuerpo no necesita eso y vivirías mucho mejor sin él.. es cuestión de paciencia!!

    Ánimo!!

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  2. "Un buen whisky antes y un buen cigarrillo después" (Marilyn Monroe).

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