Conceptualizar el dolor a lo largo de la evolución humana no ha sido nada fácil, pero en términos generales se puede decir que se trata de un mecanismo de defensa que envía señales de alarma para proteger al organismo. El dolor se define como una experiencia tanto sensorial como emocional que provoca desagrado. Para percibir el dolor es necesario que se active el sistema nervioso sensitivo y las vías nerviosas que se encargan de responder a estímulos nociceptivos tisulares.
Datos de interés
- Conforme avanza la edad aumenta el dolor.
- Además la mujer es más propensa a padecer dolor que el hombre.
- El dolor afecta a nivel individual, familiar, social y económico.
- Un gran porcentaje de la comunidad joven experimenta dolor de cabeza, mientras que las personas mayores padecen dolor en las extremidades.
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Diferencia entre dolor y sufrimiento
El sufrimiento se considera una sensación subjetiva en la que es posible que exista un factor biológico, psicológico y social. Es decir, una persona puede experimentar dolor intenso sin sufrimiento. Tal es el caso de la experiencia durante el parto.
Por otro lado la angustia, ansiedad o depresión son parte del sufrimiento. Esto significa que todo aquello que provoque desgaste en el sistema nervioso es parte de ello. El paciente tiene miedo de experimentar un dolor horrible.
Anatomía y fisiología del dolor
En el momento que el organismo recibe el estímulo se activan:
- Fibras nerviosas localizadas en el tejido cutáneo.
- Los receptores nerviosos.
- Las articulaciones.
- Los músculos.
Una vez que estos lo captan, el dolor se transforma en impulsos. De los cuales hay tres tipos:
- Mecanorreceptores. Presión de la piel.
- Termorreceptores. Provocados por temperaturas extremas.
- Receptores polimodales. Estímulos nociceptivos, mecánicos, térmicos y químicos.
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Las sustancias que se liberan cuando hay dolor son las mismas que en la alteración o daño tisular:
- Histamina.
- Serotonina.
- Iones de potasio e hidrogeno.
- Bradicina desde la circulación sanguínea.
- Prostaglandinas y leucotrienos desde los tejidos lesionados.
Al liberarse dichas sustancias, se inicia el impulso nervioso que tiene como objetivo disminuir el umbral de otras fibras nerviosas locales y, de esta manera se evita un incremento en la actividad (hiperalgesia secundaria). La hiperalgesia es cuando distintos estados de dolor conducen a situaciones en las que estímulos habitualmente no dolorosos pasan a ser dolorosos. Mientras que los dolorosos se vuelven aún más intensos.
Fibras nerviosas
- Fibras A. estas se clasifican en los tipos alfa, beta, gamma y delta. Se encargan de conducir los impulsos nociceptivos. Son de tamaño pequeño y conducen impulsos nerviosos de 5 a 50 metros por segundo.
- Fibras C. Su conducción es lenta comparada con las fibras A delta. Estas fibras responden a estímulos químicos, mecánicos y térmicos. Hay un aproximado de 200 fibras tipo C por centímetro cuadrado de piel.
Transmisión del impulso nervioso a la médula espinal
La médula espinal funciona como un filtro; es decir, elimina o amplifica los mensajes de acuerdo a su importancia. Primeramente las fibras nerviosas se ubican en el asta dorsal de la médula con el fin de conectarse con neuronas e interneuronas.
Las neuronas son llamadas laminae I, II, III y se localizan en cualquier nivel del asta dorsal. De esta manera las fibras A contactan con las neuronas y de ahí parten a los tractos espinotalámicos y espinorreticulares hasta los centros superiores
Mientras que las fibras C conectan con dichas neuronas produciendo reflejos espinales y es cuando se presenta el dolor agudo o crónico. El dolor de igual manera asciende por los tractos pero de forma más lenta. Seguidamente llegan a la formación reticular y de allí al sistema límbico e hipotálamo.
Tipos de dolor
Para clasificar los tipos de dolor hay que tener en cuenta factores como: duración, localización e intensidad.
Duración
- Agudo. Limitado en el tiempo y pocas veces se debe a un síntoma psicológico. Por ejemplo el dolor neuropático.
- Crónico. Es un dolor con duración ilimitada y lo acompaña un componente psicológico.
Patogenia
- Neuropático. Se debe a un estímulo directo en el sistema nervioso central. Es punzante y con sensación de quemadura.
- Nociceptivo. Es el más común y se clasifica en: somático y visceral.
- Psicógeno. Afecta el nivel psicosocial de la persona.
Localización
- Somático. Se caracteriza por ser un dolor localizado, punzante y que se irradia viajando en trayectos nerviosos.
- Visceral. Este dolor es continuo y profundo. Por ejemplo el dolor de tipo cólico, metástasis hepáticas y cáncer pancreático.
Curso
- Continuo. Es persistente durante el día y no desaparece.
- Irruptivo. Se produce por el movimiento o alguna acción voluntaria del afectado.
Intensidad
- Leve. Permite realizar las actividades cotidianas.
- Moderado. Interfiere en las actividades.
- Severo. Ni siquiera permite descansar.
Tratamiento del dolor
La indicación analgésica es indispensable para tratar el dolor. Particularmente en el caso del dolor crónico. Sin embargo antes de ingerir el fármaco es necesario una valoración previa.
En primer lugar hay que realizar un estudio a detalle para saber qué causa el dolor, evaluar la duración del mismo y determinar si interfiere con las horas de sueño. Por otra parte, está la escala visual analógica: este método se considera el más efectivo y consiste en una línea recta de 10 cm, horizontal que no tiene números intermedios. Se trata de una escala donde hay ausencia de dolor y el máximo de dolor. Por otra parte, se puede optar por métodos terapéuticos que disminuyan el dolor y permitan conciliar el sueño.
Medicamentos para el dolor
- Analgésicos opiáceos. Proporcionan un alivio rápido del dolor, de intensidad moderada a severa. Actúan sobre el sistema nervioso central donde se encuentran los receptores diana.
- Opioides débiles o menores. Indicados para el dolor leve a moderado. Los más representativos son la codeína y el tramadol.
- Opioides mayores o narcóticos. Son indicados para pacientes con dolor grave. La morfina es su principal representante.
Recomendaciones para utilizar un analgésico
Lo primero que hay que hacer es conocer bien el tipo de dolor y su intensidad. Después es necesario actuar de forma inmediata ante los primeros síntomas con el fin de prevenir un dolor más fuerte. Seguidamente hay que buscar la vía más factible: oral, rectal o tópica. Finalmente hay que seguir el horario exacto a la hora de tomar el analgésico para no tener lapsos con dolor.
El Dr. Sebastián Ibáñez afirma lo siguiente: en muchas situaciones, el dolor ya no es un síntoma de alerta sino algo molesto e inoportuno y evitable con una terapia adecuada a nuestro paciente. Al tratar el dolor, se evitan un gran número de alteraciones orgánicas y psicológicas que son consecuencia de la situación álgica.
Referencias
P. Bader, D. Echtle, V. Fonteyne, K. Livadas. Guía clínica sobre el tratamiento del dolor. Europa: European Association of Urology, 2009. Documento en pdf.
Dr. Sebastián Ibáñez. Terapéutica: tratamiento del dolor. Madrid: Ferrer Grupo. Documento en pdf.
M.J. Perena. Neuroanatomía del dolor. España: Hospital Universitario Sant Joan, 2000. Documento en pdf.
Imagen principal cortesía de © wikiHow.com
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