martes, 27 de septiembre de 2011

El uso de parejas sexuales sustitutas aumentan entre las mujeres

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Los terapeutas sexuales hablan con sus pacientes para ayudarles a afrontar sus problemas sexuales y mejorar su vida sexual. Sin embargo, algunos necesitan algo más que psicoterapia. Necesitan practicar en la cama, y no tienen cónyuge o pareja a quien recurrir.

psicoterapia

Para estos pacientes, algunos terapeutas sexuales recurren a la pareja sustituta - personas que ayudan a los pacientes con problemas de intimidad con un enfoque práctico. Esto puede incluir tener relaciones sexuales con el paciente.

Aunque el uso de las parejas sustitutas es poco frecuente entre los pacientes de ambos sexos, son cada vez más utilizadas por las mujeres, cuyo estado físico, mental o problemas de salud les impide disfrutar de una vida sexual sana, dicen los expertos. En el pasado, este tipo de tratamiento se empleaba casi exclusivamente por hombres.

"Más y más mujeres están reclamando su derecho a tener un orgasmo, una relación sana o satisfacción sexual", explica Shai Rotem, un compañero sustituto que tiene su sede en Los Angeles, pero trabaja a nivel internacional.

En sus 14 años como pareja sustituta, Rotem ha trabajado con mujeres con una enfermedad llamada vaginismo, que hace que el sexo sea doloroso,  mujeres de entre 40 y 50 años que eran vírgenes y mujeres que habían sufrido algún trauma sexual.

La práctica es controvertida, y la mayoría de los terapeutas sexuales no trabaja con parejas de alquiler. Algunos ponen en duda su legalidad, aunque no estén prohibidos expresamente por las leyes, según la Asociación Internacional de  Sustitutos Profesionales (IPSA). Y la terapia viene con equipaje, como es el riesgo de que el  paciente se enamore de su compañero sustituto.

Sin embargo, muchos expertos afirman que la terapia de pareja sustituta tiene su lugar en la terapia sexual, y puede ser útil para los pacientes adecuados.

Uso por las mujeres

La terapia de pareja sustituta tiene su inicio en la década de 1970 y pasó por un período de auge antes de su disminución en los últimos años. En su apogeo, el IPSA contaba con 200 a 300 miembros en los Estados Unidos, pero ahora son solo unos 50, informó Vena Blanchard, presidente de la IPSA.

Recientemente, ha habido un aumento en el número de solicitudes al IPSA por parte de las pacientes, acompañado de un aumento en el numero de acompañantes sustitutos masculinos certificados. En la actualidad, alrededor del 35 al 40 por ciento de los sustitutos del IPSA son hombres, según Blanchard.

"Ha habido un aumento constante de las mujeres que toman posesión de su sexualidad", dijo Blanchard. Ellas no sólo quieren la terapia sexual para complacer a su pareja. "Quieren hacer su propia vida mejor por si mismas", dijo Blanchard.

La tendencia parece ser internacional. Cuando la  "Tel Aviv Sex Therapy Clinic" fue fundada en Israel en 1989, ningún paciente era del sexo femenino. Ahora el 40 por ciento de los casos tratados son mujeres, dijo Ronit Aloni, director de la clínica.

¿Qué hacen las parejas sustitutas?

Los compañeros sustitutos trabajan con sus pacientes para desarrollar su capacidad de comunicación y autoconfianza y les ayudan a sentirse más cómodos en la intimidad física y/o emocional. Rotem nos explica que las sesiones están muy bien planificadas y son menos angustiosas para los pacientes que los encuentros sexuales del mundo real, donde cualquier cosa puede suceder. " Es mucho más seguro que conocer a un desconocido en un bar", dijo.

Rotem comienza la sesión con ejercicios de contacto visual o sujetándoles la mano. La relación sexual, cuando sucede, se da mucho más adelante en el transcurso del tratamiento. Cada paciente es diferente, pero la mayoría  requieren relaciones sexuales como parte de su tratamiento. Los tratamientos suelen durar de tres a seis meses, con un total de 30 a 35 horas, explica Rotem.

Rotem cree que ha ayudado a muchos pacientes. Un gran éxito fue una mujer de unos 40 que había sido victima de abusos por parte de su padre cuando era niña, tenía miedo de los hombres y nunca había tenido relaciones sexuales con un hombre. Hace poco se puso en contacto con Rotem para decirle que había estado saliendo con un hombre durante tres meses y estaba de vacaciones con él en Hawai.

"No sólo están sexualmente satisfechas y realizadas, tienen relaciones plenas, y se sienten queridas", dijo Rotem.

Elogios y críticas

Algunos terapeutas creen que las parejas sustitutas son ilegales en su estado. Sari Cooper, una psicoterapeuta de parejas en Nueva York, afirma que no envía a los pacientes a parejas sustitutas, porque no existe distinción entre las parejas de alquiler y la prostitución, en términos legales.

Cooper dijo que incluso si pudiera derivar a los pacientes a parejas de alquiler, en la mayoría de los casos, no lo haría. Muchas veces, sobre todo en los hombres mayores vírgenes, es más importante combatir sus principales problemas sociales que simplemente "curar" su virginidad, dijo.


"Incluso si recurres a una sustituta y eres capaz de tener encuentros sexuales o relaciones sexuales con ella, no necesariamente esto te va a ayudar a desarrollar una relación con otra persona. Pues a esa persona se le paga para hacer lo que está haciendo" explica Cooper.

Además, "creo que hay un gran riesgo para el cliente de enamorarse de su pareja sustituta y no ser capaz de seguir adelante", dijo Cooper.

Rotem afirma que conseguir un apego emocional es parte de la terapia y el paciente siempre es consciente de que la relación es temporal.

Sin embargo, Lonnie Barbach, psicóloga clínica y terapeuta sexual de San Francisco, afirma que las parejas sustitutas pueden tener un lugar en la terapia sexual. "Un buen sustituto es casi como un co-terapeuta", dijo Barbach. Sin embargo, ella nunca ha trabajado con compañeros sustitutos. "He tenido éxito con los métodos que utilizo", dijo Barbach. "No es la forma de terapia que yo utilizo."

Pásalo: La terapia de pareja sustituta se utiliza poco en terapia sexual, pero la evidencia muestra que puede ser beneficiosa para algunas mujeres.
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2 comentarios:

  1. Es una arma de dos filos. Meditacion y yoga pueden ayudar...pero si estos pacientes llegan ha contraer una enfermedad veneria. Seria algo insolito y muy despreciable.

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