Cada vez son más personas las que sufren estrés durante sus vacaciones. Coincidiendo con la llegada de agosto, principal mes de vacaciones, la Unidad del Viajero y el Servicio de Psicología del Hospital Sanitas CIMA de Barcelona han elaborado una serie de recomendaciones para superar este tipo de estrés vacacional.
“Son frecuentes los casos de angustia, ansiedad y estrés en vacaciones debidos fundamentalmente a los cambios que representa este periodo frente a la rutina y que impiden que se descargue la tensión por los mecanismos habituales” explica la Dra. Anna M. Cuscó, del Servicio de Psicología del Hospital Sanitas CIMA.
Dedicar más tiempo a las relaciones familiares y sociales; organizar las vacaciones; cambiar el lugar de residencia; encontrarse en destinos desconocidos o la dependencia del trabajo son algunas de las situaciones desencadenantes.
Por otra parte, “el entorno favorece que se acumulen tensiones y miedos que conllevan un importante desgaste emocional y que puede originar episodios de estrés o malestar coincidiendo con las vacaciones” añade la Dra. Cuscó.
El estrés estacional suele manifestarse de forma leve o moderada con síntomas como irritabilidad, inquietud o dificultades en las relaciones familiares y sociales.
“También tiene consecuencias en el plano físico con trastornos digestivos, problemas para conciliar el sueño, cansancio, mareos o dolores de cabeza, entre los problemas más frecuentes”
En los casos más graves, el estrés vacacional puede llegar a ocasionar cuadros más complejos como crisis de pánico.
Consejos para disfrutar y relajarse en vacaciones:
- Planificar. Los preparativos antes de un viaje pueden ser motivo de nerviosismo. Es recomendable no dejar la organización para el último momento, especialmente si se viaja al extranjero o con niños. Preparar una lista con las cosas por hacer es una forma sencilla de no olvidarse de nada, controlar mejor la situación y minimizar los posibles imprevistos.
- Desconectar del trabajo: Para la desconexión de las obligaciones laborales es importante establecer límites y respetarlos para que el trabajo no interfiera en el tiempo de descanso.
- Evitar el uso abusivo de nuevas tecnologías: Disminuir el uso de las tecnologías que generan dependencia como la tablet o el Smartphone es importante para lograr un descanso real.
- Normalizar los cambios: Identificar y ser conscientes de los cambios que pueden suponer las vacaciones es un paso previo para poder afrontarlos con normalidad y mayor seguridad, evitando sensaciones de miedo o inquietud.
- Dedicar tiempo a actividades placenteras: Practicar deporte, planificar actividades con amigos o dedicar tiempo a las aficiones son algunas de las actividades placenteras que hay que promover para disfrutar y relajarse en verano.
- Fomentar la comunicación en las relaciones afectivas: En vacaciones se pasa más tiempo en pareja o en familia y esto puede ser motivo de un mayor número de conflictos afectivos. En estos casos, es aconsejable el diálogo y la comunicación para entender y resolver posibles conflictos o mejorar las relaciones.
- Alimentación equilibrada: Una alimentación saludable, con las lógicas licencias estivales, ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.
- Higiene del sueño: No es necesario madrugar o acostarse muy pronto en vacaciones, pero mantener un ritmo de 8 horas de sueño al día favorece el bienestar emocional y facilita la posterior vuelta de vacaciones.
- Relajación: Para combatir el estrés, es recomendable practicar alguna técnica de relajación como sencillos ejercicios de respiración o visualización.
- Vuelta a casa: La vuelta a la rutina también puede ocasionar malestar o incluso provocar la conocida como “depresión post vacacional”. Intentar que la vuelta se produzca de manera gradual suaviza los efectos negativos del retorno.
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