Hablar dos idiomas desde una edad muy temprana puede mantener el cerebro en buena forma a medida que envejecemos.
Los resultados del estudio realizado sobre este tema, muestran que los adultos de 60 años que han hablado dos idiomas desde la infancia puede cambiar de una tarea a otra más rápidamente que las personas que hablan un solo idioma. Es más, los adultos mayores bilingües parecen requerir menos " capacidad cerebral" para llevar a cabo el intercambio de tareas.
A medida que envejecemos, la capacidad para realizar tareas complejas, tales como la planificación, la programación o tareas múltiples, así como nuestra capacidad de adaptación a circunstancias desconocidas, se van desvaneciendo. Estudios previos sugerían que el bilingüismo podía reducir este declive, pero lo que sucedía en el cerebro para que se diera esta mejora no estaba claro.
En este nuevo trabajo de investigación, los adultos sanos de entre 60 y 68 años, que eran bilingües o monolingües, fueron sometidos a escáner cerebral con resonancia magnética, mientras llevaban a cabo una tarea sencilla. Las primera tarea consistía en identificar si una forma era un círculo o un cuadrado, la segunda tarea consistía en identificar el color de un objeto, rojo o azul, y la tercera tarea combinaba las dos anteriores.
Los investigadores llamaron a esta última tarea como la "tarea conmutador" porque los sujetos del estudio tenía que alternar entre dos decisiones: color y forma.
Durante la investigación, se observó que todos los participantes necesitaban más tiempo para completar la tarea conmutador que las otras dos tareas. Pero, los adultos bilingües fueron más rápidos en su tiempo de reacción durante esta última tarea, en la que tenían que ir cambiando, en comparación con los adultos monolingües.
Además, los adultos bilingües no mostraron tanta actividad en las áreas frontales del cerebro, mientras realizaban la tarea conmutador, comparación con los participantes monolingües.
"Esto sugiere que los adultos de edad avanzada bilingües usan su cerebro de manera más eficiente que los monolingües", afirmó el investigador Brian Gold, de la Universidad de Kentucky College of Medicine en Lexington.
Investigaciones anteriores ya sugerían que las regiones del cerebro involucradas en el cambio de un idioma a otro se superponen con las regiones implicadas en cambiar de una tarea a otra. De modo que el acto de regular el cambio de un idioma a otro puede aumentar la eficacia de las regiones involucradas en el cambio de tareas, concluyó Gold.
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