Los farmacéuticos de Castilla-La Mancha protagonizaron ayer una protesta inédita en los 35 años de democracia echando de forma masiva el cierre de sus establecimientos, a pesar de las duras sanciones (de 3.000 a 15.000 euros) anunciadas por el Ejecutivo que preside María Dolores de Cospedal. La deuda de 125 millones de euros correspondiente a las mensualidades íntegras de junio, julio y la mitad de mayo fue el motivo esgrimido por las boticarios de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara para cerrar sus puertas en más del 80%, según datos de los colegios profesionales. No obstante, el viceconsejero de Sanidad, Jesús Galván, rebajó el seguimiento a la mitad: 556 de las 1.274 existentes.
No se unieron a la protesta las farmacias de Albacete, que habían decidido no secundar el paro. Según los colegios, se cumplieron los servicios de guardia como si se tratara de un día festivo para garantizar el suministro a los usuarios. Cerradas y abiertas al público, las boticas exhibían en sus escaparates dos carteles con letras moradas: El Secam (el servicio de Salud de Castilla-La Mancha) no paga los medicamentos de las farmacias y esta farmacia, ante el impago del Sescam, en breve puede tener dificultades para suministrar medicamentos.
CAJAS VACÍAS Galván negó que haya desabastecimiento, tachó el cierre de "desproporcionada" y defendió que la situación es transitoria y heredada del anterior gobierno de José María Barreda, ya que "encontramos las arcas vacías". "El cierre --subrayó-- es ilegal y nos obliga a aplicar el reglamento y sancionar. La situación no tiene nada que ver con el servicio a los ciudadanos, seña de identidad de una farmacia".
La presidenta del Consejo de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, Rosa López Torres, reconoció que el reglamento considera la interrupción en el servicio de las farmacias como infracción grave, pero aseguró que han optado por cerrar porque los tres meses que llevan sin cobrar equivalen a varios años de beneficios. "Eso significa que nos tenemos que endeudar a costa de nuestros bienes o de los de la familia, si es que los tenemos", explicó.
"Solo pretendemos concienciar a las autoridades de que nosotros no podemos seguir financiando los medicamentos", subrayó el presidente del colegio de Ciudad Real, Julián Creis. Y agregó: "Demasiada desgracia es no cobrar durante tres meses para que ahora nos amenacen además con una sanción. Si lo que buscan es que quebremos, es una ayuda sancionarnos".
El próximo encuentro entre el Gobierno autonómico y los farmacéuticos está previsto para el próximo 16. Los dueños de las farmacias, representados por la patronal FEFCAM, confiaron en que se les faciliten líneas de crédito, ya que si no, "muchas tendrán que echar el cierre definitivo".
Pero Castilla-la Mancha no es la única comunidad donde se está retrasando el pago a las farmacias. Las 419 farmacias de Baleares se plantean un cierre masivo para septiembre si no se les abona al deuda que arrastran desde mayo. En la Rioja los farmacéuticos decidirán en los próximos días si emprenden acciones similares. En Cataluña la situación es distinta, ya que la Generalitat firmó en julio del 2010 un acuerdo con el BBVA por el que el banco adelanta el dinero a las boticas, que cobra con intereses a los 25 días, para que los retrasos del pago de la Administración no les afecten.
PAGAR ES UNA PRIORIDAD El Ministerio de Sanidad, mientras, confía en que el diálogo con la farmacias culmine en un acuerdo. "El pago de la deuda a las farmacéuticas es una cuestión prioritaria", subrayó el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos. El Consejo de Ministros aprobará el próximo día 19 medias de ahorro en el gasto farmacéutico por valor de 2.400 millones anuales. Este dinero, según el Ejecutivo, debe servir a las comunidades autónomas para pagar a los proveedores.
Fuente: El periódico de Aragón
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