Básicamente solo hay que encenderlo y el rodillo comienza a girar y de esta forma quita las durezas de la planta de los pies. Para limpiarlo solo hay que desmontar el rodillo y limpiarlo bajo el grifo. No pongáis bajo el grifo el micropedi si no queréis romperlo.
Al principio da un poquito de respeto utilizarlo pues el ruido recuerda un poco a los aparatos que utilizan los dentistas (jajaja), pero os puedo asegurar que no puede haceros ningún daño pues si apretáis demasiado el solito automáticamente se para, con lo que no podéis haceros daño.
¡Os lo recomiendo!
Y si después de utilizarlo os ponéis una loción o una crema hidratante los pies os quedarán muy suaves.
No lo utilicéis con la piel húmeda pues no funciona y podéis haceros daño.
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