La industrialización e importación de modelos alimentarios poco recomendables nos dirige hacia un cambio en nuestros hábitos alimentarios y estilo de vida. Como todos sabemos nos estamos alejando cada vez más del patrón dietético mediterráneo, tan alabado por los expertos en nutrición y alimentación.
Por eso, vamos a intentar ofreceros alternativas para conseguir tomar 5 raciones de fruta y verdura al día. Para que podáis elegir la que más se adapte a vuestro ritmo de vida y, con un pequeño cambio de hábitos, os adaptéis fácilmente incorporándolo a vuestra rutina diaria como algo necesario para vuestra salud, mejorando así vuestra calidad de vida.
- Si no te gusta la fruta, empieza por la que más aceptes. Puedes comer fresas, plátano, cerezas o la que más te guste cada día.
- Prueba a introducir la fruta en pequeña cantidad (media manzana o medio mango) en tus ensaladas o bien combinarla con alimentos que te gusten mucho. Resultan útiles como complemento de tus platos de carne y pescado. Por ejemplo: muslitos de pollo con piña asada, chuletas con trocitos de manzana… Potencia tu imaginación, así comer no te aburrirá.
- Prueba los batidos o licuados; es una manera original de introducirlas en tu alimentación diaria. Resultan ideales como postres o en el desayuno o merienda. Licuadora/Batidora + 2-3 piezas de fruta + leche. Por ejemplo, puedes usar papaya y naranja, manzana y limón, plátano y pera, piña y kiwi. Puedes añadir azúcar al gusto y así completarás tus comidas con una rica fuente de vitaminas, minerales, fibra y el calcio de la leche. ¡Batido matinal perfecto para revitalizar tu día!
- Introduce verduras y hortalizas en todos tus platos. Tanto en el primer y segundo plato, o como guarnición. Puedes hacerlo en forma de ensaladas (verdes, tropicales, templadas, ibéricas, etc.). Juega con los ingredientes, puedes variarlos e introducir alguno nuevo cada semana, como apio, brotes de soja, escarola, lombarda, remolacha… ¡Recuerda que hay que comer de todos los colores! También existen los sofritos, los purés o cremas. Una manera de comerte las verduras cocinadas es triturarla y hacerlas servir de salsas para carnes y pescados.
- Otra técnica es cocinarla, cocerla u hornearla con un poco de azúcar o miel para conseguir compotas de fruta (manzana, pera) y usarlas o bien como postres o para preparar alguna salsa para carne o pescado.
- Los zumos naturales son una buena opción tanto para el desayuno, a media mañana o merienda. Pero aún de éstos no te olvides de comer algunas piezas de fruta fresca más al día ya que te aportaran una cantidad de fibra adecuada.
- Siempre tienes recetas divertidas de verduras: brochetas de pimiento, tomates cherry, cebolla, gambas.
- Rebozadas o gratinadas, horneadas, mezcladas con queso e infinitas de composiciones que te imagines.
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