Pues si, tristemente es así, tengo 25 años y mi condición física es peor, bastante peor que la de un yayo de 85…. vamos que directamente no tengo , que pena por dios…..
Estas navidades y con la idea de ponerme en forma y modelar un poco mi rechoncho cuerpo me auto regalé la kinect , en que mala o buena hora se me ocurrió…
La verdad es que empecé emocionada por que por fin podría hacer fitness sin tener que ir a un gimnasio, cosa que detesto. Lo podría hacer cómodamente en pijama, en el salón de mi casa, sin tener que cruzarme con los chulitos de gimnasio, ni las típicas pavas que va a lucir cuerpecito, mamarrachas…
Si,si,si, todo lo que vosotros queráis pero nadie me dijo que el no hacer nada, absolutamente nada de ejercicio ( a no ser que estar tira en el sofá con el mando en la mano se haya catalogado como tal) pasaría factura.Si es que lo máximo que ando es para coger el coche ir a trabajar y como mucho al mercadona.
Empecé bastante bien la verdad, los dos primeros días, de categoría ni una triste molestia… Se ve que el destino me guardaba lo peor, hubiera preferido que las terribles agujetas hubieran venido dosificadas…
El tercer día y en vista de que todo iba perfecto subí un poquito el nivel….Aiiii madre… O una de dos o es que los días anteriores no había pegado ni chapa, o es que el tercero me pase 8 pueblos.
Las consecuencias es que ayer, literalmente no me podía ni sentar a hacer pipi, y hoy voy coja!!! por dios si me duelen hasta los deditos de los pies…Parece que me haya pasado por encima un mamut, la virgen!!!
La cuestión es que gracias a este aparatito aun estoy a tiempo de cambiar mi condición
física, en consecuencia de mejorar mi estado físico. Y aunque ni hoy ni mañana voy hacer nada, primero me tendré que recuperar, por que creo que tengo los músculos llenos de cristalitos, el lunes empezare suave con clases de thai chií, eso si, sin renunciar a la comodidad y tranquilidad del salón de mi casa.Conscientemente, preparando el cuerpo y sobre todo la mente para empezar a perder kilos y kilos de polvorones y mazapanes, de estas pesadas navidades.
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