La espirometría es una prueba sencilla que permite cuantificar la obstrucción pulmonar y es altamente efectiva para el diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en sus fases iniciales, cuando a menudo no da síntomas.
La EPOC afecta, según la Organización Mundial de la Salud, a unos 210 millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad infra diagnosticada, algunos estudios hablan de un 73% de enfermos no diagnosticados. Y, además, es una enfermedad que consume el 2% del presupuesto sanitario español.
En este escenario es evidente que el médico de familia se encuentra en una posición inmejorable para cambiar este escenario, si tenemos en cuenta que la espirometría es una prueba sencilla y accesible y que hasta un 70% de los fumadores visitan al menos una vez al año a su médico de familia.
Momento educativo con el médico de cabecera
El objetivo ha sido comprobar si la discusión detallada de los resultados obtenidos en las espirometrías más un consejo breve para dejar de fumar por parte del médico de atención primaria, puede facilitar el abandono o la reducción del hábito tabáquico entre sus pacientes.
Se ha aprovechado que los resultados de la espirometría pueden identificar precozmente anormalidades funcionales pulmonares en pacientes que no tienen ningún o pocos síntomas. El conocimiento por parte del paciente de estas pequeñas anormalidades se convierte en un 'momento educativo ideal' ya que empieza a ser consciente de que a pesar de no tener problemas de salud las cosas no van bien, y toma conciencia sobre el riesgo de llegar a sufrir un cáncer o una enfermedad cardiovascular, y por lo tanto, en este momento el paciente está mucho más receptivo a cualquier mensaje y consejo para dejar de fumar.
En el estudio han participado 317 fumadores mayores de 18 años que no han sido previamente diagnosticados de EPOC, que no presentaban problemas para hacer una espirometría y que no padecían enfermedad grave u otra patología respiratoria.
La mitad empezaron antes de los 17
El 50% de los pacientes que han participado en el estudio habían comenzado a fumar a los 17 años o antes. De los pacientes fumadores, un 50% fumaba un paquete diario o más, y además, estos pacientes fumadores, el 50% llevaban fumando 31 años o más.
Un 42,3% había realizado intentos previos de abandono del tabaco. Se observa que las personas de más edad abandonan más, de manera que entre los menores de 40 años abandonan el tabaco un 15%, entre los que tienen 40 y 60 años abandonan un 19,7% y entre los que tienen más de 60 años abandonan un 23,5%. Además, abandonan los hombres (13,7%) que las mujeres (8,1%).
También se ha observado que los fumadores que han presentado alteraciones espirométricas abandonan más el tabaco que los que han presentado una espirometría normal.
“Los resultados del estudio aportan un mejor conocimiento de cómo influye en los fumadores saber los resultados obtenidos en su espirometría y como estos mismos resultados pueden ser un refuerzo del consejo antitabaco breve y estructurado que de forma reiterativa y recordatoria se da desde las consultas de la Atención Primaria ".En el momento de hacer las espirometrías, un 15% presentó un patrón obstructivo-mixto, es decir, que expulsaban el aire más poco a poco de lo normal, y en algunos casos no lo acaban de expulsar del todo ; un 57,7%, presentaba una obstrucción leve, un 30,6% moderada y un 5,1% grave.
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