Desde que nacemos, todos tenemos una capacidad de adaptación al sol. Éste es
Por ello, es muy importante saber de antemano cuál es nuestro fototipo, pues así podremos elegir de manera adecuada qué factor de protección solar es el que necesitamos utilizar, así como las precauciones especiales que debemos guardar a la hora de tomar el sol, el tiempo máximo que debemos exponernos…
Los productos de protección solar son productos cosméticos con una eficacia científicamente probada a la hora de evitar las quemaduras solares y los daños derivados del envejecimiento cutáneo, así como proteger frente a la inmunodepresión inducida por la luz, y prevenir la aparición de ciertos tipos de carcinomas de piel.
Aunque para una total protección debemos de darle un bueno uso a los fotoprotectores, ya que sólo son beneficiosos si se usan de forma adecuada.
Además de aplicarlos en cantidad abundante, y suficiente, para así poder optimizar su uso.
Y ahora si, una vez que sabemos como identificar nuestro fototipo de piel y como aplicarlos correctamente, uno de los pilares básicos de un bronceado perfecto, es la correcta preparación de la piel durante todo el año, limpia, nutrida, hidratada y por supuesto bien alimentada, tanto por fuera –con las cremas y geles adecuados- como por dentro con nuestra alimentación.
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Una vez mas os vuelvo a repetir que, es ideal que se repita la colocación del protector varias veces al día (según el tipo de piel y factor de protección, y cada vez que volvamos de mojarnos con el mar o en la pileta).
No podemos dejar de mencionar junto a bronceado sano y perfecto, es el brindar a nuestra piel el alivio, nutrientes, líquidos y coadyuvantes de color sostenido, sano y natural como de un buen gel hidratantante y emoliente después de una exposición.
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